Wednesday, May 29, 2013

Los Chaneques de Hawái y la “Teoría Menehune”


Hace muchos años, mi tía Leilani vivía con mi abuela en un pueblo chiquito, en la isla de Kaua’i. La casa estaba a la orilla de la aldea, rodeada por palmeras, piñales y mangonales. Mi tía era apenas una niña en aquel entonces. Ella dormía en la habitación que estaba ubicada en la esquina de la casa que se colindaba con los piñales.

“Mi tía Leilani amaneció un día y, al querer bajarse de la cama, se dio cuenta que estaba acostada en el piso. La siguiente noche volvieron a acostarla en la cama, y volvió a despertarse en en el piso. Esto sucedió varias veces. Después de unas semanas, mi tía Leilani empezó a soñar con una mujer espectral que la bajaba de la cama. Tenía mucho miedo y se quejaba con mi abuela; decía que le daba miedo dormir en ese cuarto. Para saber por qué Leilani soñaba con esa mujer y por qué siempre amanecía en el piso, mi abuela fue con una de las sabias abuelas del pueblo—con doña Anuhea. La anciana fue a inspeccionar la casa. Al salir hacia los piñales, se fijó en un muro de piedra muy antiguo que atravesaba el piñal. ‘Me consta lo que sucede aquí,’ le dijo doña Anuhea a mi abuela. ‘Es que por aquí pasa el sendero de los menehune, los duendes del bosque.’ Doña Anuhea le explicó a mi abuela que el sendero de estos seres mágicos pasaba por el piñal y atravesaba la esquina de la casa. Suponía que la mujer espectral era un espíritu de los antepasados, que la mujer siempre bajaba a Leilani de la cama para que no tuviera problemas con los menehune ni los estorbaba durante sus travesías nocturnas. A partir de la consulta con la anciana, mi tía dejó de dormir en ese cuarto y se acabaron los problemas.

“Muchos no creyeron el relato de doña Anuhea, ni querían creer lo que decía mi tía Leilani. Pero después de varios años, hicieron unas obras de construcción y excavaron el suelo debajo del cuarto infame. Los obreros descubrieron los huesos de una mujer—se dice que era ella la que siempre bajaba a Leilani de la cama. Desde aquel entonces, mis familiares aprendieron a tenerles mucho respecto a los antepasados y a los menehune también…”

-Relato de Mahina, muchacha hawaiana, de la Isla de Kaua’i, Hawái


En las islas de Hawái—archipiélago tropical en medio del océano pacífico—existen muchos relatos acerca de los “menehune”. Estos seres diminutos son muy parecidos a los chaneques o duendes. Son seres del bosque y de la noche. Tienen poderes sobrenaturales: pueden hacerse invisibles, pueden transformarse, atravesar muros y paredes (como vimos en el relato anterior), y realizar encantos y maldiciones. Tal y como los chaneques y los duendes de varias culturas del mundo, se dice que los menehune son capaces de cometer muchas travesuras—pero también pueden hacerles favores a los seres humanos.

Estas leyendas son antiquísimas; se han contado en las islas de Hawái desde la época precolonial. Durante los reinos de los antiguos reinos hawaianos—del gran Rey Kamehameha y los demás reyes y reinas de las islas—se contaban magníficas historias de los menehune.

Se destacan las labores manuales de los menehune. Se dice que si uno logra comunicarse con ellos, los pequeños menehune pueden edificar construcciones impresionantes en una sola noche. Hasta la fecha existen muchas edificaciones en Hawái—presas, muros y caminos—que se atribuyen a las labores de los menehune.

En muchos sentidos, los menehune se parecen a los chaneques y duendes de otros pueblos del mundo. Pero los menehune tienen una característica  muy particular: no se limitan a los relatos y leyendas. También existieron como una etnia de personas físicas. Y su existencia se ha comprobado históricamente.


Los europeos llegaron a invadir a las Islas Hawaianas en el siglo 19, con la llegada del Capitán James Cook en el siglo 18. Pero lo que muchos no saben es que los europeos y norteamericanos no fueron los primeros en colonizar a las islas. Cuentan los antropólogos que los polinesios—los que hoy conocemos como los “hawaianos nativos”—llegaron a las islas en el siglo 3 d.C..

Antes de su llegada, en Hawái vivían otras personas—los habitantes anteriores. Estos habitantes nativos eran de estatura baja y de una fisionomía distinta a la de los polinesios. Tras su llegada al archipiélago, los polinesios colonizaron a estos pueblos originarios—les exigieron tributos, les quitaban las tierras, y en algunos casos los ponían a trabajar para desarrollar las obras del Reino Hawaiano de los polinesios.

 Los hawaianos polinesios les pusieron un nombre a los habitantes anteriores de las islas—en la lengua hawaiana, los denominaron “los menehune”.

Poco a poco, los habitantes nativos comenzaron a desaparecerse. Pasaron de ser personas físicas a ser personas leyendarias—pasaron del mundo físico al mundo de los mitos y las historias. Se hablaba de los menehune como “seres muy pequeños”—a lo largo de los siglos, este detalle se exageró más y más. Si bien los menehune históricos medían casi medio metro menos que los polinesios, en las leyendas se convirtieron en seres diminutos que miden apenas unos 30 centímetros. Si bien los menehune históricos edificaban, con sus propias manos, los muros y palacios y presas de los polinesios, en las leyendas se decía que hacían las obras a través de la magia, y en una sola noche.

En otras palabras, los polinesios llegaron a “mitificar” a los menehune. En la memoria colectiva de los hawaianos, con el tiempo se exageraron sus características. Pasaron de ser una etnia de personas físicas e históricas a ser un grupo de personas mitológicas, leyendarias.  

Hasta la fecha, se cuentan historias y relatos de los menehune en Hawái. Hoy en día en México, se cuentan historias de los chaneques. ¿Será posible, acaso, que los chaneques son una especie de “menehune a la mexicana”?
 
Imagen artesanal de menehune, de Hawái.
Con esta teoría menehune, quiero sugerir que los chaneques podrían representar una memoria cultural colectiva de un pueblo (o pueblos) de personas de baja estatura de la historia prehispánica de México. Según la teoría menehune, los chaneques serían una versión mitificada de un pueblo de personas que fueron conquistadas por las antiguas civilizaciones de México. Es decir, que los Maya, Mexica (Aztecas), Mixtecos, Zapotecos y otros habían conquistado a otros pueblos y, a lo largo de los siglos, los conquistados pasaron a la memoria colectiva como un pueblo de personas diminutas y mágicas.

No cabe duda que existen relatos de duendes y seres diminutos en el folclor de los antiguos mexicas, maya y otros pueblos indígenas de México. Pero ¿acaso tiene validez la teoría menehune? Examinaremos algunas de las cuestiones entorno a ella en el siguiente texto.

-David Schmidt

Postdato
Dato curioso: Hasta la fecha existen personas en Hawái que se consideran descendientes de los menehune, de los habitantes originarios de las islas. En los censos que se realizan en las islas, se solicita indicar la etnia del participante: muchos marcan “blanco”, “hawaiano nativo”, “asiático”, etc., pero algunos todavía escriben que son de la etnia “menehune”.

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