En
Busca de los Chaneques
De Hawái a Escocia:
Los Menehune y las Hadas
Up the airy mountain
Down the rushy glen
We dare not go a-hunting
For fear of little men…
-verso popular de Irlanda
[TRADUCCIÓN: “No nos atreveremos a ir a cazar
ni al alto cerro árido ni a la cañada cenagosa, por el temor que les tenemos a
los hombres pequeños.”]
Los antiguos campesinos de Irlanda y Escocia
hablaban de las “hadas” que habitaban los bosques y las montañas del campo
remoto. Y no se trataba de muñequitas como la “Campanita” de las caricaturas de
Disney—las hadas del folclor celta no eran angelitas con alas y una varita
mágica. Eran personajes mucho más parecidos a los chaneques de México.
Se decía que las hadas—los fairies, en inglés, también conocidos como “the good folk”, la gente buena—vivían en las cuevas y las montañas,
lejos de los asentamientos de los seres humanos. De vez en cuando, la gente
veía a las hadas entrando y saliendo de las montañas. Se decía que las hadas
eran personas de baja estatura, con ropas extrañas y anticuadas. A veces
aparecían en el campo de noche, entre los árboles. Se decía que tenían
poderosas capacidades mágicas. Estos misteriosos fairies podían hacerles favores a las personas que les caían
bien—pero también eran capaces de hacer mucha maldad.
* * * *
Se cuenta que, hace muchos años en una aldea de
Escocia, una mujer estaba hilando lana con su rueca. Se cansó tanto de sus
labores domésticas que, desesperada, gritó al cerro—“Ojalá que vengan las
hadas, la gente buena, a ayudarme con este trabajo”. A los pocos minutos,
tocaron a la puerta. La señora abrió la puerta y vio a mucha gente diminuta,
hombres y mujeres de diversas edades, vestidos con prendas de una época pasada.
“Hemos venido a ayudarle, señora,” le dijo un
hombrecito con barba y capuchón. Entraron los pequeños y comenzaron a recitar
sus encantos. Embrujaron a la rueca, la lana, el hilo, los cardadores
manuales...y los objetos de la casa se pusieron a trabajar solos.
Después de un rato, la señora se enfadó de las
hadas, pues ya habían consumido toda su comida, y ya habían trabajado
demasiado. Entonces decidió correrlos a todos de la casa, empujándolos con su
escoba. Con esta falta de respeto, se pusieron furiosos los seres diminutos.
Desde la puerta de la casa llamaron a los implementos, los cuales seguían bajo
sus encantos. Con la misma magia, mandaron a los objetos a atacar a la señora y
a su esposo. Todas las herramientas—la rueca, los cardadores, el hilo—golpearon
a la mujer hasta dejarla con moretones.
Desde aquel entonces, la mujer jamás volvió a
invocar a las hadas, por más pesadas que estuvieran sus labores domésticas.
* * * *
En el texto anterior mencioné que, en las islas
de Hawái, existen leyendas de gente pequeña con poderes sobrenaturales. Se dice
que los “menehune” viven en la selva
y las montañas, que son seres diminutos, y que dominan las artes de la magia y
los encantos.
En Escocia e Irlanda existen leyendas de las
hadas, los fairies, que viven en las
montañas, que son de baja estatura, que tienen poderes mágicos.
Algo tienen en común las naciones de Escocia y
Hawái—en algún momento de la historia, estos duendes, los menehune y los fairies,
existían de manera física. Pues eran, efectivamente, los antiguos habitantes de
Escocia y de Hawái.
Comenté, en el texto anterior, que Hawái fue
colonizado por los polinesios, quienes conquistaron y dominaron a los antiguos
pobladores de las islas, poniéndolos a trabajar para construir obras para los
polinesios. Todo esto sucedió hace muchos siglos—con el tiempo, los originales
pobladores de las islas, los menehune,
se fueron acabando. Se refugiaron en las partes más remotas de la selva. Con el
tiempo, desaparecieron por completo. Hoy en día, solamente sobreviven como una
memoria colectiva, como parte de la tradición oral—sobreviven como los menehune de los cuentos y leyendas.
Sucedió lo mismo en Escocia e Irlanda. Los
celtas—los que hoy conocemos como los escoceses e irlandeses—no fueron los
primeros humanos en llegar a estas tierras. Anteriormente a los celtas, vivían
otros pueblos: los pictos, los bretones, entre otros. Cuando los celtas
colonizaron la tierra hace milenios, los originales habitantes se fueron
orillando hacia las partes más retiradas de la sierra. Se refugiaron en las
cuevas y en las montañas. Después de un tiempo, dejaron de tener contacto con
los celtas. Los celtas solamente los veían caminando, de vez en cuando, por el
bosque.
Después de varios siglos, los celtas olvidaron
los eventos de la conquista. Olvidaron que había existido gente en esa tierra antes
de la llegada de los celtas. Cuando veían a los bretones y los pictos en la
sierra, comenzaron a decir que no eran seres humanos, sino seres mágicos y
sobrenaturales—que eran los fairies.
* * * *
Hasta la fecha en Hawái, existen antiguas
construcciones que se atribuyen a los menehune. Abajo aparece una imagen de una
presa enorme que se construyó hace varios siglos; los hawaianos contemporáneos
todavía dicen que fue hecha por los menehune.
IMAGEN: Presa
construida por los menehune
En algunas partes de Escocia e Irlanda, también
existen construcciones que se atribuyen a las hadas. Hay túmulos—grandes montes
de tierra y piedra, dentro de los cuales yacen antiguas tumbas—que se hicieron
en una época prehistórica. En Irlanda existen más de 2,000 fortalezas,
construidas con piedras en forma circular, que se hicieron en la Edad del
Hierro (1200 a.C. hasta 400 d.C., aproximadamente). Algunas contienen cámaras y
túneles subterráneos. Los arqueólogos consideran que estas fortalezas eran las residencias
de los antiguos habitantes de Irlanda, los que antecedían a los celtas. Hoy en
día, los campesinos irlandeses dicen que son los “fortalezas de las hadas”, o “fairy forts” en inglés. Dicen que de
noche no conviene caminar cerca de estas construcciones antiguas—pues de noche
las hadas salen de las fortalezas circulares. Salen a caminar por el bosque,
donde practican sus ritos mágicos.
De hecho, la palabra antigua para las hadas en
la lengua céltica de Irlanda es “Sluagh
Sidhe”. Se traduce como “la Gente de los Túmulos”.
* * * *
De estos datos surge una pregunta relativa a
los chaneques de México. ¿Será posible, acaso, que los chaneques también
representan una memoria colectiva de los pueblos antiguos? ¿Se podría hacer una
comparación entre los chaneques, los menehune
de Hawái y los fairies de Escocia?
No se descarta la posibilidad. México también tiene
una larga historia de diversas conquistas, de varias civilizaciones que pasaron
por su auge y caída, que surgieron y luego desaparecieron. En el caso
particular de los aztecas (mexicas) y los mayas, las dos civilizaciones
conquistaron y absorbieron a muchos pueblos en los siglos anteriores a la
llegada de los españoles. Igual como lo hicieron los celtas en Escocia y los
polinesios en Hawái.
¿Será posible, entonces, que los “chaneques”
representan una memoria folclórica de estos antiguos pueblos conquistados por
las civilizaciones mesoamericanas? Examinaremos esta hipótesis en el siguiente
texto…
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