[Instalación Número 3 en la serie de textos, "En Busca de los Chaneques"]
[Imagen de la escuela primaria Macedonio Alcalá]
"Antes había un dormitorio en la escuela “Macedonio Alcalá” donde dormían algunos de los alumnos entresemana. El edificio que anteriormente era el dormitorio actualmente se utiliza como salón de clases.
Hace varios años los niños estaban dormidos en el dormitorio cuando los despertó un extraño ruido. Se asomaron y vieron a varios seres pequeños. Los chaneques se habían metido al dormitorio por la ventana y estaban haciendo travesuras—rompieron las ropas de los alumnos, tiraron sus cosas al piso. A los niños les dio muchísimo miedo.
Dicen los pequeños testigos que vieron como los chaneques se salieron por la ventana—el último en salir del dormitorio tuvo problemas para escaparse, pues su zapato se atoró con la ventana. Finalmente al chaneque se le cayó el zapato; se fue sin su zapato. Uno de los niños—no recuerdo quién—agarró el zapato y se lo llevó consigo.
Yo vi el zapato—era una chulada. Estaba chiquito, con un tamaño como de unos 15 centímetros. Estaba bonito, con una forma curiosita y hecho de un material desconocido. No era claro si estaba hecho de cuero, o de barro, o de qué material lo habían fabricado. Brillaba cuando lo pegaba la luz."
-Suceso verídico de una comunidad indígena de la región de La Cañada, Estado de Oaxaca
El señor que me contó la historia arriba citada
afirma haber visto el zapato que el chaneque dejó en la escuela tras escaparse
por la ventana. Y por si fuera poco, su sobrina afirma que estuvo ahí en el dormitorio cuando pasó. Tenía unos ocho años en
aquel entonces; me afirma que vio claramente como los chaneques se metieron a
la habitación, que ella pudo ver los rasgos de sus caras, sus manos diminutas,
sus ojos maléficos. Ella pudo oír el ruido de sus pequeños pies al treparse por
la pared, vio como se cayó el zapato del chaneque cuando se le atoró con la
ventana.
Y fue ella quien recogió el zapato y se lo
entregó a su tío.
Es cierto que existen muchos relatos de
chaneques que parecen tratarse de unos seres sobrenaturales—seres que pueden
aparecer y desaparecer de forma casi mágica, que desafían las leyes físicas de
la naturaleza, que se transforman, se transmutan, vuelan, hacen cosas que los
seres físicos normalmente no podemos hacer.
Pero la historia arriba citada no es una de
ellas. En el caso de los chaneques que se metieron a la Escuela Primaria
Macedonio Alcalá, se trata de un relato de seres físicos. Además, se habla de
evidencias físicas de su existencia—un zapato que quedó ahí después de la fuga
de los mismos chaneques. Y es que hay muchos otros relatos que claramente
describen unos seres físicos, chaneques que dejan huellas, prendas de ropa, u
otras evidencias físicas de su existencia.
Estos relatos inspiran una posible
interpretación del fenómeno de los chaneques. Antes de explicar dicha
interpretación a fondo, me gustaría destacar que estas interpretaciones que se
presentarán en los presentes textos son unas meras hipótesis. No se pretende
presentar la explicación “definitiva” del fenómeno de los chaneques—al contrario,
mi intención es explicar que estos relatos se pueden entender e interpretar
desde una diversidad de puntos de vista. No se dará preferencia a ninguna
interpretación, y las teorías e hipótesis no son mutuamente exclusivas tampoco.
Esta primera hipótesis que les presento es:
“La Teoría de la Criptoantropología”
El prefijo “cripto-“ indica algo escondido,
oculto, desconocido. En el caso de la “criptoantropología”, se trata de la
existencia teórica de una etnia de seres humanos que ha permanecido, hasta este
momento, desconocido por los demás.
Recordemos que la historia nos brinda muchos
ejemplos de culturas y etnias que por muchos años existían únicamente como
“mitos” de la criptoantropología. Grupos de personas que, debido a su lejanía y
su falta de contacto con otras culturas, existían exclusivamente como pueblos
“leyendarios” hasta el momento en que algún antropólogo, misionero o explorador
entabló contacto con ellos. En el siguiente texto, examinaremos algunos
ejemplos de estas etnias “no descubiertas”.
Por mientras, les invito a considerar una
posibilidad, por más remota que pueda parecer: ¿Será posible que exista en la
República Mexicana una tribu de personas diminutas, de pigmeos, que han evitado
por completo el contacto con los demás seres humanos?
¿Acaso podrían ser los chaneques unos pigmeos
con su propia cultura, lenguaje, sus propias tradiciones? Y de ser el caso,
¿cómo le han hecho para mantenerse tan aislados hasta el siglo 21?
[¿Un chaneque en plena ciudad?]
* * * *
Este texto forma parte de una serie de textos sobre las leyendas de chaneques, "En Busca de los Chaneques".
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